domingo, 5 de octubre de 2025

Creados para vivir por siempre

 Dia 4: Creados para vivir por siempre

📖 “Dios ha plantado eternidad en el corazón del hombre.”
— Eclesiastés 3:11 (BAD)


Introducción

Amados, hay algo dentro de nosotros que el tiempo no puede borrar.
Es ese anhelo profundo de eternidad que Dios mismo sembró en nuestro corazón. Todos lo hemos sentido alguna vez… esa sensación de que la vida no puede terminar aquí, que debe haber algo más allá del último suspiro.

Abraham Lincoln lo dijo con sabiduría:

“Seguramente Dios no hubiera creado al hombre solo para que existiera por un día. No, el hombre fue creado para la inmortalidad.”

Y es verdad.
Tú y yo fuimos creados para vivir por siempre.


1. Esta vida es solo el ensayo

La vida aquí en la tierra no es la función principal, es apenas el ensayo general.
Es la preparación, el entrenamiento, la escuela donde Dios nos enseña a amar, a servir y a confiar en Él.

Si lo piensas, esta vida es breve —a lo sumo cien años—, pero la eternidad es infinita.
Tu paso por la tierra es solo un pequeño paréntesis en la eternidad de Dios.

Aquí aprendemos a decidir, a crecer, a creer.
Allá viviremos los resultados eternos de esas decisiones.


2. Fuimos diseñados para la eternidad

La Biblia dice que “Dios ha plantado eternidad en el corazón del hombre”.
Eso explica por qué la muerte nos duele tanto, por qué nos parece injusta.
Porque fuimos diseñados para vivir, no para morir.
Fuiste creado a imagen de un Dios eterno, por eso tu alma anhela lo eterno.

Tu cuerpo es temporal, pero tu espíritu vivirá por siempre.
La Escritura lo explica de manera hermosa:

“Si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo.”
— 2 Corintios 5:1

Tu cuerpo es una tienda de campaña; tu espíritu, la persona que realmente eres, tiene un destino eterno preparado por Dios.


3. La eternidad ofrece dos destinos

Dios nos da libertad para elegir cómo vivir, pero también deja claro que nuestra elección tiene consecuencias eternas.
Solo hay dos destinos: el cielo o el infierno.

C.S. Lewis lo explicó con claridad:

“Hay dos tipos de personas: los que le dicen a Dios ‘Sea hecha tu voluntad’ y aquellos a quienes Dios les dice: ‘Muy bien, hágase tu voluntad’.”

Si decides vivir con Dios, tendrás una eternidad con Él.
Pero si eliges vivir lejos de Dios, también tendrás una eternidad… pero sin Él.

Y no hay nada más vacío que una eternidad sin la presencia de Aquel que nos creó por amor.


4. Cuando vives a la luz de la eternidad, tus valores cambian

Cuando entiendes que esta vida es solo el comienzo, todo cambia.
Lo que antes te preocupaba tanto —la moda, el dinero, la aprobación de los demás— empieza a perder poder sobre ti.
Comienzas a valorar lo que realmente importa:
el carácter, las relaciones, la fe, la obediencia.

El apóstol Pablo lo dijo así:

“Todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.”
— Filipenses 3:7

Cuanto más te acercas a Dios, más pequeñas se ven las cosas.
Y cuanto más vives con la mirada puesta en la eternidad, más grande se vuelve tu propósito.


5. La muerte no es el final, es una transición

Para los hijos de Dios, la muerte no es una tragedia… es una transición.
No es el fin del camino, es el comienzo del verdadero viaje.
La muerte es el cumpleaños del alma, la puerta que se abre hacia la eternidad con Cristo.

Por eso Jesús dijo:

“Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.”
— Mateo 25:34

Y C.S. Lewis lo escribió con una belleza que toca el alma:

“La vida aquí ha sido solo el título y la portada; ahora comienza el primer capítulo de la gran historia que continuará para siempre, y cada capítulo será mejor que el anterior.”


6. Vive preparado para la eternidad

Hermano, hermana…
No ignores lo inevitable.
Así como un bebé pasa nueve meses en el vientre de su madre preparándose para nacer, tú estás aquí preparándote para la eternidad.

El apóstol Pedro lo expresó de esta manera:

“Amigos, este mundo no es su hogar, así que no se acomoden en él.”
— 1 Pedro 2:11 (parafraseado)

La vida no se trata solo de sobrevivir o disfrutar el momento.
Se trata de prepararte para la eternidad con Dios.


Reflexión final

📍 Punto de reflexión:

“La vida es mucho más que vivir el momento.”

📜 Versículo para recordar:

“El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”
— 1 Juan 2:17 (NVI)

💭 Pregunta para considerar:

Ya que fui creado para vivir por siempre…
¿Qué debo dejar de hacer, y qué debo comenzar a hacer hoy?


🙏 Oración final

Señor, gracias porque me creaste con un propósito eterno.
Gracias porque mi vida no termina en esta tierra, sino que continúa contigo por siempre.
Hoy decido vivir a la luz de la eternidad, con mis ojos puestos en ti.
Enséñame a valorar lo que realmente importa,
a invertir mi tiempo, mis dones y mi amor en lo que trasciende.
Perdona mis distracciones, mis miedos y mi olvido de tu propósito.
Hoy me rindo a ti y te entrego mi vida entera,
porque quiero pasar la eternidad contigo.
En el nombre de Jesús. Amén.


🔥 Llamado a la acción

Querido amigo, si hoy entiendes que fuiste creado para vivir por siempre, no pospongas tu decisión.
Abre tu corazón a Jesús, entrégale tu vida y permite que Él te guíe hacia tu destino eterno.
Vivir con propósito comienza cuando reconoces al Autor de tu propósito.

🌱 Mi compromiso de esta semana

✅ Reflexionar cada mañana sobre una verdad eterna de la Palabra de Dios.
✅ Tomar al menos una decisión diaria que tenga valor eterno.
✅ Compartir esta enseñanza con alguien que aún no conoce a Cristo.



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