Leamos el versículo de San Mateo 18:18 “de cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.”
¿Qué es característico en este versículo?, nos
muestra que no es el cielo que ata primero sino la tierra, no es que el cielo
desate primero, más bien es la tierra, cualquiera que sea el asunto que haya de
ser atado o desatado todo comienza en la tierra.
Podemos concluir que la acción de la tierra
precede a la acción del cielo, esto quiere decir que lo que pase en la tierra
repercute en el cielo, de allí el título del mensaje “la tierra gobierna al
cielo” pero para lograr esto se necesita la voluntad y colaboración del
hombre. El cielo desea hacer, pero no
actuara de inmediato; esperara a que la tierra haga primero para después
actuar.
Leamos Ezequiel 36:37 “Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado
por la casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se
multiplican los rebaños. “
Este versículo encierra un principio importante,
Dios declara que si la casa de Israel le solicita que haga algo el lo hará para
ellos. Dios tiene un propósito ya determinado,
pero él no lo llevara a cabo inmediatamente hasta que se lo pida la casa de
Israel.
El hombre no puede forzar a Dios a que haga lo
que él no quiere hacer o que vaya en contra de su naturaleza, pero si
podemos pedirle que haga lo que el desea y está dispuesto a hacer, por eso
es muy importante que estudiemos la biblia para conocer cuál es su voluntad,
por el hecho de conocer la voluntad de Dios podemos decirle “Dios, queremos que
tu hagas esto y lo otro” y nuestra oración será fuerte y poderosa.
Una voluntad armoniosa
Dios creo al hombre con la capacidad de tener
libre albedrio, puede decidir si oye o no oye a Dios, así como Dios tiene su
voluntad tambien la tiene el hombre, el problema radica cuando la voluntad del
hombre no está de acuerdo con la voluntad de Dios, porque esto restringe e
impide que se cumpla la autoridad de Dios en la tierra.
Debido al pecado, el hombre no quiere hacer lo
que Dios quiere, por ejemplo, si Dios quiere hacer mucho el hombre quiere hacer
poco, si quiere bendecirte con grandezas el hombre se conforma con poco, si
Dios desea obrar de forma grandiosa el hombre prefiere obrar de forma minúscula.
Con esto no quiero decir que Dios se haya
equivocado, recordemos que Dios es perfecto, él quiere que el hombre obedezca
plenamente sin forzarlo, el desea que el hombre ejerza su libre albedrio para
decidir obedecer a Dios y es allí donde de manifiesta la gloria de Dios.
En la eternidad venidera la voluntad de hombre
será aun libre, pero estará en concordancia con la de Dios, el hombre estará al
lado de Dios dispuesto a cumplir su voluntad.
Dios está en el cielo; El no obrara hasta que obtenga la cooperación y la voluntad que esta sobre la tierra, él
tiene que contar con la voluntad del hombre, esto significa que hasta que la
tierra lo desee y lo pida entonces él lo hará.
Tres principios grandiosos:
Los creyentes en Cristo necesitan comprender que
el ministerio de la Iglesia no consiste solo en la predicación del evangelio,
el ministerio de la iglesia el hacer descender a la tierra la voluntad que está
en el cielo, y ¿Cómo realiza esto la iglesia? mediante la oración.
Despues que la iglesia conoce la voluntad de
Dios, debe abrir su boca para pedir que se haga esa voluntad, ¡esto es
oración!, la oración como obra o ministerio significa que nos colocamos al
lado de Dios y deseamos lo que el desea, si la Iglesia quiere Dios tambien
querrá.
La oración echa conforme a la voluntad de Dios es
poderosa, cuando la iglesia ora significa que ha descubierto la voluntad de Dios
y ahora la está expresando, por último, la oración no es solo pedir tambien es
hacer una declaración de fe.
Principio no. 1: Pronunciar la voluntad de Dios.
Leamos
de nuevo el versículo 18 “de cierto os digo que todo lo que atéis en la
tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será
desatado en el cielo.”
Aquí descansa un principio de suma importancia, cualquier
cosa que la iglesia ate será atada en el cielo y cualquier cosa que la iglesia
desate en la tierra será desatada en el cielo, Dios obra hoy a través de la
iglesia, a través de cada uno de nosotros, él no puede hacer su voluntad a
menos que lo haga por medio de la Iglesia.
La medida del poder de la Iglesia determina la
medida de la manifestación del poder de Dios, porque él se manifiesta hoy a
través de la iglesia, así como en el pasado Dios se manifestó en Cristo y la
manifestación de Dios fue tan grande como la de Cristo, en el presente la
manifestación de Dios depende de la capacidad de la Iglesia.
Dios en el cielo se propone hacer algo, pero no
lo hará hasta que haya movimiento en la Tierra. Muchas son las personas y cosas
que se oponen a Dios y Dios espera que sean atadas, ¿habrá alguien en la tierra
que ate lo que Dios quiere atar y desate lo que Dios intenta desatar?
Necesitamos comprender que en todas las cosas que
Dios obra hoy en la tierra busca que la Iglesia este con él, Dios se manifiesta
a través de la iglesia, cualquier cosa que el hace hoy la hace con la
cooperación de la Iglesia y de cada uno de nosotros. La Iglesia es el vaso escogido por Dios en el
cual está depositada su voluntad, para que ella pueda pronunciar en la tierra
la voluntad de Dios.
OJO no quiere decir que Dios no sea todopoderoso
porque en realidad él lo es, sin embargo, la totalidad del poder de Dios solo
puede manifestarse en la tierra a través de un canal, no podemos aumentar o
detener el poder de Dios, pero si obstruirlo o restringirlo de hacer lo que él
quiere hacer.
Hay muchos hermanas y hermanos que llevan sobre
si cargas muy pesadas desde la mañana hasta la noche, pero se sienten cargados
porque no oran, si no practicamos la oración nos sofocaremos hasta sentir que
estamos muertos, hermanos cada vez que nos sintamos así debemos entender y
reconocer que no hemos cumplido nuestro ministerio de orar delante de Dios, si esta carga existe sobre ustedes hagan el
esfuerzo de orar media hora como mínimo, cuando más oramos más ligera se vuelve
la carga hasta desaparecer.
En conclusión ¿En qué consiste entonces el
ministerio de oración del hombre y de la Iglesia de Cristo?, consiste en que
Dios diga a la iglesia que es lo que el desea hacer, para que la iglesia pueda
orar por ello para que suceda. La iglesia debe aceptar y declarar en la tierra
la voluntad de Dios.
Principio 2: Armonía en el Espíritu Santo.
¿Como debe la iglesia realmente atar y desatar?,
leamos Mateo 18:19 “Otra vez os digo, que, si dos de vosotros
se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les
será hecho por mi Padre que está en los cielos.” Este versículo nos muestra que el Padre hará lo
que le pidamos, pero es necesario que dos o más de nosotros estemos en armonía,
esto es lo que se le conocemos como la unidad del cuerpo o bien la unidad en el
Espíritu Santo.
El principio de dos personas es el principio del
cuerpo de Cristo tambien conocida como la iglesia. Si nosotros no oramos en unidad
y armonía del Espíritu Santo, podemos orar, pero el cielo no atara lo que usted
ate, ni desatara lo que usted desate.
Es importantes que dos o más personas se pongan
de acuerdo para estar en armonía, el solo hecho de tener la misma meta no
garantiza la ausencia de discordia, la igualdad de propósito no significa
necesariamente armonía porque en la carne es muy difícil tener armonía, solo
cuando entregamos nuestra carne para que Jesús se ocupe de ella y comenzamos a
vivir en el Espíritu Santo entonces allí tendremos armonía.
Únicamente en el cuerpo de cristo podemos hallar
la armonía entre cristianos, solo allí existe la usencia de rivalidad y nuestra
oración grupal tambien estará en armonía y estaremos capacitados para ser los
voceros de la voluntad de Dios.
La oración como ministerio de la iglesia consiste
en orar en la Tierra de tal modo que se produzca una acción en el cielo. La mayoría de las veces tenemos necesidades personales
por las cuales pedimos a Dios y el nos responde, pero debemos comprender que la
oración no es solo para uso personal, la oración es un ministerio, una obra preciosa,
la oración aquí en la tierra es un ministerio y un trabajo asignado a la
iglesia o sea a todos nosotros.
Dios desea hacer algo y es responsabilidad de la
iglesia orar para los planes y voluntad de Dios se puedan realizar en la
tierra, para que así Dios cumpla con sus propósitos. Hay muchos asuntos que están
archivados en el cielo, muchas gestiones se han quedado varadas simplemente
porque Dios no puede hallar una salida o un canal para que descienda a la
Tierra.
Una de las principales tareas de la iglesia es
servir con un canal para la voluntad de Dios, el desea hacer algo, pero la
iglesia prepara el camino con oración para que Dios desponga de una vía para que
descienda a la tierra.
Cuando Dios da la visión y abre los ojos de las
personas para que vean su voluntad, entonces la gente comienza a orar. Cuando dos
o mas personas se ponen de acuerdo tienen una sola meta que es la de decir “Dios
queremos que hagas tu voluntad con en el cielo así tambien en la tierra”.
El grado en que Dios obra hoy está gobernado por
el grado de oración de la iglesia, la manifestación del poder de Dios esta
determinado por la oración de la iglesia, la grandeza del poder de Dios es circunscrita
por la grandeza de nuestras oraciones tanto en lo personal como en lo grupal.
En los cielos el poder de Dios es ilimitado, únicamente
aquí en la tierra su poder está condicionado a cuando ore la iglesia y con
cuanta fe oremos nosotros, ¿Cómo puede la iglesia hacer una oración pequeña
cuando presenta a un Dios de abundancia y todopoderoso? nuestras oraciones deben
ser grandes, tremendas y poderosas, no hagas peticiones pequeñas ante un Dios tan
grande.
Principio 3: Congregados.
Mateo 18:20 “Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
¿Por qué hay un poder tan grande sobre la tierra?
¿Por qué el orar en armonía es tan eficaz? ¿Qué es lo que proporciona tanto
poder a una oración armoniosa echa entre dos o más personas? El versículo 20 nos
dice que la razón es que en dondequiera que somos convocados a reunirnos en el
nombre de Jesús, la presciencia de El mismo estará allí.
Cuando nos reunimos en el nombre de Jesús allí
hay acuerdo, hay armonía, Jesús está presente en esta reunión y él se
pone hombro a hombro a trabajar junto a nosotros, junto a su iglesia, porque su
nombre esta sobre todo nombre.
Oremos para que de ahora en adelante nuestra oración
no sea solo personal, que sea nuestro ministerio, nuestra responsabilidad, para
atar lo malo y desatar en la tierra las promesas y bendiciones de Dios, que
seamos un canal para que Dios pueda hacer su voluntad y pueda hacer todo lo
bueno que él quiere hacer y que cada vez que nos reunamos estemos en un mismo
acuerdo y armonía para que nuestra oración sea poderosa, eficiente y obtenga la
respuesta a nuestras peticiones.