Venciendo el menosprecio
Leamos
Mateo 26 del versículo 3 al 16 para ponernos en contexto.
El menosprecio no determina nuestro valor (Mateo
26:14-16)
¿Cuál
podría ser el valor del Salvador del mundo?, y si pudiéramos asignar un valor tan
preciado a algo como un ser amado ¿Qué valor sería?
Hay
personas que le asignan un valor a nuestra vida según la percepción que tienen
de nosotros, por ejemplo, donde vivimos, donde estudiamos, donde trabajamos, como
vestimos, y con quien nos relacionamos.
Al
señor Jesús, su discípulo Judas le asigno un valor al momento de traicionarlo, ¿cual
fue ese valor? Treinta monedas de plata, lo que hoy en día equivale a
$300 dólares, pocas veces en la historia se ha menospreciado tanto a alguien
como Judas lo hizo con su maestro.
Quizás
alguien no te valoro como lo merecías, pero OJO eso no determina tu
verdadero valor.
Un precio incalculable. (Mateo 26:7)
Momentos
antes de que Judas vendiera al señor Jesús por 30 monedas de plata, una mujer
de Betania derramo un perfume de alabastro sobre el maestro.
¿Qué
tenia de especial este perfume?,
su precio equivalía al salario de un año de trabajo, en la costumbre hebrea las
mujeres compraban y juntaban gota por gota de este perfume (ya que era muy
caro) y lo guardaban para una ocasión muy especial como por ejemplo su boda.
Algunas
personas se indignaron porque pensaron que era un desperdicio, pero no entendían
que Jesús estaba siendo ungido para su sacrificio en la cruz y sepultura.
A
algunas personas les seremos muy valiosos y a otras no, pero ¿Qué es lo
realmente define tu valor?, la respuesta es simple: ninguna de las
percepciones externas sobre nosotros puede definir lo que realmente valemos porque
nuestro valor solo Dios puede determinarlo.
Nuestro valor lo determina Dios (Efesios 1:7 y
Juan 3:16)
Efesios 1:7 dice “En el tenemos redención mediante
su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia”
Algunas
personas pueden valorarnos o menospreciarnos según la percepción que tengan de
nosotros, pero lo importante es valorarnos no por lo que tenemos o por lo que
otros piensen de nosotros, sino por lo que valemos para Dios, nosotros
valemos la sangre de Cristo y no hay nada más valioso que eso.
Leamos Juan 3:16 “porque de tal manera amo Dios al
mundo que sacrifico a su único hijo para que todo aquel que en el crea no se
pierda más tenga vida eterna”.
Muchas
personas tienen el concepto que la salvación es gratis y que no hay que pagar
nada por ella y por lo tanto menosprecian su valor y pierdan de vista lo que Jesús
debió hacer para que podamos disponer de ella.
La
sangre de un ser santo, sin mancha y sin culpas era el único pago para satisfacer
la justicia divina en relación con la paga por el pecado de la humanidad.
La
justificación llega a nosotros cuando se utiliza la sangre de Jesucristo para
pagar las deudas por nuestros pecados, por lo cual con la deuda ya saldada Dios
puede acercarse a nosotros, abrazarnos, así mismo nosotros tenemos abierto el
camino para poder ser sus hijos.
En
conclusión: para Dios sus hijos son lo mas valioso de este universo, si
alguna vez te has sentido menospreciado, infravalorado y rechazado yo te animo
a que vayas delante de Dios y deja que el con su amor te demuestre tu verdadero
valor como persona y como hijo suyo a través de Jesús.