domingo, 3 de abril de 2022

VENCIENDO EL MENOSPRECIO

 Venciendo el menosprecio

Leamos Mateo 26 del versículo 3 al 16 para ponernos en contexto.

El menosprecio no determina nuestro valor (Mateo 26:14-16)

¿Cuál podría ser el valor del Salvador del mundo?, y si pudiéramos asignar un valor tan preciado a algo como un ser amado ¿Qué valor sería?

Hay personas que le asignan un valor a nuestra vida según la percepción que tienen de nosotros, por ejemplo, donde vivimos, donde estudiamos, donde trabajamos, como vestimos, y con quien nos relacionamos.

Al señor Jesús, su discípulo Judas le asigno un valor al momento de traicionarlo, ¿cual fue ese valor? Treinta monedas de plata, lo que hoy en día equivale a $300 dólares, pocas veces en la historia se ha menospreciado tanto a alguien como Judas lo hizo con su maestro.

Quizás alguien no te valoro como lo merecías, pero OJO eso no determina tu verdadero valor.

Un precio incalculable. (Mateo 26:7)

Momentos antes de que Judas vendiera al señor Jesús por 30 monedas de plata, una mujer de Betania derramo un perfume de alabastro sobre el maestro.

¿Qué tenia de especial este perfume?, su precio equivalía al salario de un año de trabajo, en la costumbre hebrea las mujeres compraban y juntaban gota por gota de este perfume (ya que era muy caro) y lo guardaban para una ocasión muy especial como por ejemplo su boda.

Algunas personas se indignaron porque pensaron que era un desperdicio, pero no entendían que Jesús estaba siendo ungido para su sacrificio en la cruz y sepultura.

A algunas personas les seremos muy valiosos y a otras no, pero ¿Qué es lo realmente define tu valor?, la respuesta es simple: ninguna de las percepciones externas sobre nosotros puede definir lo que realmente valemos porque nuestro valor solo Dios puede determinarlo.

Nuestro valor lo determina Dios (Efesios 1:7 y Juan 3:16)

Efesios 1:7 dice “En el tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia”

Algunas personas pueden valorarnos o menospreciarnos según la percepción que tengan de nosotros, pero lo importante es valorarnos no por lo que tenemos o por lo que otros piensen de nosotros, sino por lo que valemos para Dios, nosotros valemos la sangre de Cristo y no hay nada más valioso que eso.

Leamos Juan 3:16 “porque de tal manera amo Dios al mundo que sacrifico a su único hijo para que todo aquel que en el crea no se pierda más tenga vida eterna”. 

Muchas personas tienen el concepto que la salvación es gratis y que no hay que pagar nada por ella y por lo tanto menosprecian su valor y pierdan de vista lo que Jesús debió hacer para que podamos disponer de ella.

La sangre de un ser santo, sin mancha y sin culpas era el único pago para satisfacer la justicia divina en relación con la paga por el pecado de la humanidad.

La justificación llega a nosotros cuando se utiliza la sangre de Jesucristo para pagar las deudas por nuestros pecados, por lo cual con la deuda ya saldada Dios puede acercarse a nosotros, abrazarnos, así mismo nosotros tenemos abierto el camino para poder ser sus hijos. 

En conclusión: para Dios sus hijos son lo mas valioso de este universo, si alguna vez te has sentido menospreciado, infravalorado y rechazado yo te animo a que vayas delante de Dios y deja que el con su amor te demuestre tu verdadero valor como persona y como hijo suyo a través de Jesús.