sábado, 25 de junio de 2022

FUIESTE PLANEADO PARA AGRADAR A DIOS

 Salmos 149:4 “Porque el Señor se complace en su pueblo”.

Existes para el beneficio, gloria, propósito y deleite de Dios.

El primer propósito en la vida debiera ser agradar a Dios con tu vida, vivir para complacerlo, cuando logres entender completamente esta verdad nunca más te sentirás insignificante.

Salmos 149:4 dice “Porque el Señor se complace en su pueblo”, podemos disfrutar y sentir placer porque Dios nos creó a su imagen. Solemos olvidarnos que Él también tiene emociones. Dios ama, se deleita, siente placer, se alegra, disfruta y hasta se ríe.

Agradar a Dios se conoce como “adoración”, la Biblia dice en Salmos 147:7 que “él se complace en los que lo adoran, en los que confían en su gran amor”. Todo lo que hagas para complacer a Dios es un acto de adoración.

La adoración es tan natural como comer o respirar, si no adoramos a Dios, encontraremos un sustituto para adorar, y hasta podríamos acabar adorándonos a nosotros mismos o a un idolo.

Juan 4:23-24 dice “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren”.

Para muchas personas, la adoración es sinónimo de música. La adoración no tiene nada que ver con el estilo, el volumen o el ritmo de una canción. Dios ama todos los estilos musicales porque Él los inventó.

La adoración es mucho más que música, la adoración es un estilo de vida, si cuando le cantamos lo hacemos en espíritu y en verdad, eso es un acto de adoración.

La música “cristiana” no existe como tal, sólo hay música con letra cristiana. Lo que convierte una canción en sagrada son las palabras, no la melodía. No hay melodías espirituales, si tocaras una canción sin palabras, no habría manera de reconocerla como “cristiana”.

 Cuando adoramos, nuestro objetivo debería ser complacer a Dios, no a nosotros mismos. La mayoría de los cultos “de adoración” también incluyen elementos de comunión, de edificación y de evangelización, y adorar sí tiene sus beneficios; pero no adoramos para darnos gusto, muestro principal motivo debe ser glorificar a nuestro creador y complacerlo o agradarlo.

La adoración no es sólo para el servicio religioso, es parte de nuestra vida. Se nos dice que debemos adorarlo continuamente y alabarlo “¡desde el amanecer hasta que el sol se ponga!”. La alabanza debería ser la primera actividad de la mañana cuando despertamos y lo último que hacemos por la noche, antes de cerrar los ojos para descansar.

Colosenses 3:23-24 dice “23 Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, 24conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.”

Cualquier actividad puede transformarse en un acto de adoración cuando la hacemos para alabar, glorificar y complacer a dios.  Este es el secreto para una vida de adoración: hacer todo como si lo hicieras para Jesús.  El trabajo se convierte en adoración cuando se lo dedicamos a Él y lo llevamos a cabo conscientes de su presencia.

Apocalipsis 4:11 “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tu creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.



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