domingo, 27 de marzo de 2022

TODA OBRA DE DIOS ES PARA SU GLORIA

 Romanos 11:36 “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Primera parte: Todo es para El.

La gloria de Dios es el porqué de la existencia de todo, incluyéndonos a nosotros. Dios hizo todo para su gloria, pero te has preguntado ¿Qué es la gloria de Dios?  la gloria de Dios es la expresión de su bondad.

¿Dónde está la gloria de Dios? Bueno observa a tu alrededor, la vemos en todas partes, desde las formas de vida microscópicas hasta la extensión de las galaxias, en los atardeceres, en las estrellas, en el mar, el clima, en la naturaleza aprendemos que Dios es podero soy creativo. 

La gloria de Dios se ve mejor reflejada en Jesús, así lo dice San Juan 1:14 “aquel que es el verbo se hizo hombre y vivió entre nosotros, lleno de amor y verdad. Y hemos visto su gloria, la gloria que como hijo único recibió del Padre”.  Él es la luz del mundo, gracias a Jesús, no estamos más en oscuridad.

El mandamiento que tenemos es que debemos reconocer su gloria, honrar su gloria, declarar su gloria, alabar su gloria, reflejar su gloria y vivir para su gloria. ¿Por qué? ¡Porque Dios se lo merece! Isaías 43:7 dice “Porque yo los he creado para mi gloria, fui yo quien los formé”.

 Segunda parte: ¿Cómo puedo dar Gloria a Dios?

Leamos Juan 17:4 “Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me disté que hiciera”.  Jesús honró a Dios cumpliendo su propósito en esta tierra, nosotros tambien podemos honrarlo del mismo modo, por eso es importante que entiendas y tengas claro cuál es tu propósito de vida.

Hay muchas maneras de dar gloria a Dios, pero lo vamos a resumir en 5 propósitos principales de nuestra vida:

Primera: Glorificamos a Dios cuando le adoramos.

La adoración es más que alabanza, canto y oración, adoramos a Dios cuando disfrutamos de su compañía, es un estilo de vida que implica gozar de Dios, amarlo y entregarle nuestra vida para que la use de acuerdo con sus propósitos.

Él quiere que nuestra adoración brote del amor, de la gratitud y del gozo, no de la obligación, entonces cuando usamos nuestra vida para la gloria de Dios, todo lo que hacemos se convierte en un acto de adoración.

Segundo: Glorificamos a Dios cuando amamos a los demás.

Nuestra segunda gran responsabilidad en esta tierra es aprender a amar como Dios ama, porque Dios es amor, y así lo honramos, Jesús nos dijo en San Juan 13:34-35 “así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”. 

Tercero: Glorificamos a Dios cuando nos asemejamos más a Cristo.

2 corintios 3:18 dice “Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.

Cuando aceptamos a Jesús él nos da una nueva vida y naturaleza, nacemos de nuevo en alma y espíritu, con el nuevo nacimiento nos convertimos en miembros de la familia de Dios. Como todo padre él quiere que crezcamos hasta alcanzar la madurez espiritual, esta madurez consiste en pensar, sentir y actuar como lo haría Jesús.

Dios quiere continuar el proceso de transformación de nuestro carácter, cuanto más desarrollemos nuestro carácter conforme al de Cristo, más reflejaremos la gloria de Dios

Cuarto: Glorificamos a Dios cuando servimos a los demás.

1 Pedro 4:10-11 dice “cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas”

Dios nos diseñó de forma única en cuanto a talentos, dones, habilidades y aptitudes, no eres casualidad, Dios no te dotó de aptitudes para propósitos egoístas, cuentas con estas facultades para beneficiar y bendecir a otros.

Quinto: Glorificamos a Dios cuando le testificamos a los demás.

Dios no quiere que su amor y sus propósitos sean un secreto, una vez que conocemos a Jesús, El espera que la comuniquemos a los demás, todos nosotros podemos presentarles a Jesús a las personas y ayudarles a descubrir su propósito y prepararlos para la vida eterna.

En conclusion:

Vivir el resto de tu vida para la gloria de Dios requiere cambios en tus prioridades, en tus planes, en tus relaciones, en todo, algunas veces implicará el camino difícil en lugar del fácil, pero es momento de definirte ¿Para quién vivirás? ¿Para ti o para Dios? Jesús te dará todo lo que necesites para vivir para Él, no te preocupes, Dios te proveerá de todo lo necesario si decides vivir para él.

Dios te invita a vivir para su gloria, cumpliendo los propósitos para los que te creó, la verdadera vida comienza cuando aceptas a Jesús y adquieres un compromiso con él, lo único que necesitas hacer es aceptarlo y creer.

Cree que Dios te ama y que te creó para sus propósitos no naciste por casualidad, Cree que te crearon para vivir por la eternidad, Cree que Dios te eligió para que tuvieras una relación con Jesús, quien murió en la cruz por ti. Cree que, sin importar tu pasado o lo que hayas hecho, Dios quiere perdonarte.

Acéptalo, Acepta a Jesús como tu Señor y Salvador, Acepta que el perdono tus pecados, Acepta su Espíritu, que te dará poder para cumplir el propósito de tu vida, les pido que cierren sus ojos y me acompañen a hacer esta oración:

Señor Jesús creo en ti, en esta noche te abro a mi corazón y te acepto como mi señor y salvador, entra en mi vida, transforma mi ser, perdona mis pecados, inscribe mi nombre en el libro de la vida, si yo muero tengo la convicción que iré contigo, Amen.

Para finalizar leamos Juan 3:36 dice “El que cree en el Hijo tiene vida eterna” y Juan 1:12 “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios”.



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