¿Qué guía tu vida?
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Todos tenemos algo que guía nuestras vidas. Hay
cientos de circunstancias, razones y sentimientos que guían tu vida. A continuación,
te presento los cinco más comunes:
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A muchos los guía la culpa: Quienes
cargan culpas son controlados por sus recuerdos. Permiten que su futuro sea
controlado por su pasado. Somos el resultado de nuestro pasado, pero no tenemos
que ser prisioneros del mismo. El propósito de Dios no está sujeto a tu pasado.
Dios es experto en dar borrón y cuenta nueva a la gente. Salmo 32:1 dice “Dichoso aquel a quien
se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados”.
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A muchos los guía la ira y el resentimiento:
Se aferran a heridas que nunca logran superar. El resentimiento siempre te daña
más a ti que a la persona con la que estás resentido. Te estás haciendo daño a ti mismo con tu
amargura. Job 5:2 dice: “Entregarse a la amargura o a la pasión es una
necedad que lleva a la muerte”.
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A muchos los guía el temor: las personas
condicionadas por el temor pierden oportunidades porque temen aventurarse a
emprender cosas. El temor es un tipo de cárcel que tú mismo te impones,
impidiéndote llegar a ser lo que Dios desea que seas. Debes reaccionar contra
eso con las armas de la fe y el amor. 1 Juan 4:18 dice: “En el amor no
hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”
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A muchos los guía el materialismo: El
deseo de adquirir se convierte en la meta principal de sus vidas. Cuánto
valemos como personas y cuánto valemos por lo que tenemos no es lo mismo. No se
puede determinar cuánto vales por las cosas que posees y Lucas 12:15 “guardaos
de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los
bienes que posee.”
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A muchos los guía la necesidad de ser
aceptados: Permiten que las expectativas de sus padres, cónyuges,
profesores o amistades controlen sus vidas. Tratar de agradar a todo el mundo
es una de las claves del fracaso. Ser influenciado por la opinión de los demás
te garantiza perder los propósitos de Dios para tu vida. Mateo 6:24 die “Nadie
puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá
mucho a uno y despreciará al otro”.
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Nada es más importante que conocer los
propósitos de Dios para tu vida, sin un propósito, la vida es una marcha sin
sentido, un movimiento sin dirección y sucesos sin motivos.
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Sin Dios la vida no tiene propósito y sin
propósito la vida no tiene sentido. “La tragedia más terrible no es
morir, sino vivir sin propósito”.
BENEFICIOS DE UNA VIDA CON
PROPÓSITO
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Conocer tu propósito da sentido a tu vida.
Fuimos creados para tener significado. Por esa razón los métodos que utiliza la
gente para encontrarlo, como la astrología o los síquicos, son absurdos. Experimentarás
cambios positivos en tu vida al empezar a vivirla con propósito.
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Conocer tu propósito simplifica tu vida. Esto
define lo que haces o lo que dejas de hacer. Vivir con propósito nos lleva a un
estilo de vida más sencillo y a un plan de actividades más saludable. Isaías
26:3 dice “Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en ti confía”.
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Conocer tu propósito enfoca tu vida. Esto hace
que dirijas todo tu esfuerzo y energía a lo que es importante. Sin un propósito claro, seguirás cambiando de
dirección, de trabajo, de relaciones, de iglesia y muchas cosas más, esperando
que cada cambio pueda resolver la confusión o llenar el vacío de tu corazón.
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Conocer tu propósito estimula tu vida. El
propósito siempre produce entusiasmo. No hay nada que dé tanto ímpetu como
tener un propósito claro.
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Conocer tu propósito te prepara para la eternidad.
No fuiste puesto en la tierra para ser recordado, sino para prepararte para la
eternidad.
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Llegará el día que estarás ante Dios; Él hará un
inventario de tu vida, un examen final antes de que entres en la eternidad. Al leer la Biblia podemos imaginar que dios
nos planteará dos preguntas decisivas;
Primero: ¿Qué hiciste con mi Hijo Jesucristo? ¿Lo
aceptaste, aprendiste a amarlo y a confiar en el?
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Segundo: ¿Qué hiciste con lo que te entregué?
¿Qué hiciste con tu vida, dones, talentos, oportunidades, relaciones y recursos
que Dios te dio? ¿Lo gastaste todo en ti mismo o lo usaste para los propósitos
para los que Dios te creó?
Amén
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